Una de las metas más comunes y que más se procrastina es la de leer. Estas son algunas recomendaciones para que puedas leer más.
Es claro que leer es importante porque expande nuestra comprensión de un tema, desarrolla nuestras habilidades de pensamiento crítico y amplía nuestro vocabulario. También nos proporciona información, conocimiento y una variedad de perspectivas y opiniones. Al leer más aprendemos cómo pensar de forma más profunda, cómo formular mejores preguntas, cómo relacionar ideas, cómo tomar mejores decisiones y mejora nuestras habilidades de escritura. En última instancia, leer más puede ayudarnos a desarrollar una mente más reflexiva y abierta a nuevas ideas.
Sin embargo, bien sea que desees aumentar tus conocimientos sobre un tema en específico o que quieras pasar tu tiempo libre de manera entretenida con un libro de ficción, no hay duda que debido a la incidencia de la tecnología y la hiperconectividad del mundo actual, a la mayoría de las personas se nos hace cada vez más difícil o retador encontrar momentos de total concentración en los que podamos desconectarnos y leer.
Por esto, hoy te quiero compartir estas seis claves para que puedas leer mucho más y alcances ese objetivo de lectura anual que seguramente pocas veces has cumplido o que quizás hayas abortado definitivamente debido a lo inalcanzable que lo ves.
ESTABLECE UNA RUTINA DE LECTURA: es importante que crees tu propia rutina de lectura que sea sostenible en el tiempo y que te ponga de ánimo expectante para leer. Así, para crear tu rutina debes empezar por definir un horario en el cual vas a leer y fijarte una alerta que te lo recuerde diariamente. Puede ser en las mañanas, si eres de aquellos que se despiertan temprano, o en las noches, si te gusta dormirte un poco más tarde. Frente a cuánto tiempo leer, no pases de no leer nada a forzarte a leer una hora cada día. Recuerda que todos los hábitos deben implantarse con peñas acciones que vayan creciendo poco a poco. Empieza con 10 minutos diarios y ve aumentándolo poco a poco hasta que alcances el tiempo que desees. Durante ese momento pon tu celular en modo avión para evitar la tentación de distraerte o ser interrumpido por otros.
CREA UN AMBIENTE PROPICIO: haz que el lugar en el que leas sea especial y te ayude a cultivar el hábito. Escoge entonces un lugar que sea acogedor, en el cual te sientas bien y en el que estés a salvo de interrupciones de otras personas. Debe contar con buena iluminación y asegúrate que quedes muy cómodo para leer. Si te ayuda, descarga listas de reproducción de música que te ayude a concentrarte y mantenerte enfocado mientras lees. Sírvete una bebida que haga este momento más acogedor y deseable; puede ser un té, un café o una copa de vino. Por último, enciende velas aromáticas que te gusten y que solo disfrutes en los momentos en que vas a leer.
ENCUENTRA LIBROS QUE TE EMOCIONEN: busca títulos que desde que los veas sientas que se conectan contigo, bien sea desde lo emocional o desde lo racional. Tanto el nombre del libro como el diseño de la portada son elementos importantes para generar vínculos con nosotros que nos animen a empezar a leer, que despierten nuestra curiosidad y que nos hagan sentir que queremos saber más. No hay nada más aburrido y desalentador que aproximarse a un libro por obligación o que desde su carátula nos haga sentir que tiene poco que ver con nosotros.
ABANDONA LOS LIBROS QUE NO TE ENGANCHEN: fíjate un número máximo de hojas para abandonar un libro que no te enganche. Al igual que con las películas, hay tantos libros en el mundo que no vale la pena peder nuestro tiempo leyendo un libro que no nos genere emoción ni conexión. Yo particularmente tengo una regla clara: si en la página 30 no me tiene enganchado un libro lo dejo sin remordimientos y con las películas lo hago en el minuto 15. Sé que algunos piensan que deben darle otra oportunidad o que quizás es mejor seguir por si luego se pone bueno, pero desde mi experiencia te digo que debes valorar más tu tiempo que el contenido de un libro o una película que no fueron capaces de conectarte desde el primer momento. Además, persistir en leer un libro que no te engancha te conduce a procrastinar el hábito de leer.
FÍJATE METAS VOLANTES: las metas volantes pueden ser una excelente herramienta para mejorar nuestros hábitos de lectura pues son una forma de alcanzar diariamente pequeñas victorias y mantener así alta la motivación. Además, recuerda que las metas volantes son otra clave para combatir la procrastinación. Revisa entonces cuántas páginas tiene tu libro y fíjate una cantidad de páginas a leer cada día según tu ritmo de lectura. Así sabrás cuántos días te tomará terminarlo y si quieres, deja algunos días de holgura que te permitan una mayor flexibilidad frente a tu meta, manteniendo la dirección clara pero sin que se te vuelva una presión que te lleve a evadir el hábito de leer.
LEE CON OTROS: esta última recomendación se refiere a leer un libro al mismo tiempo con otras personas. Leer en grupo es poderoso porque nos ayuda a establecer un ritmo de lectura y la sana presión de cumplir las metas colectivas nos hace leer mucho más. Recuerda que compartir nuestras metas con otros es una técnica que nos impulsa a cumplir aquello que nos proponemos o que tendemos a procrastinar. Ahora, para leer al tiempo con otros no necesariamente tienes que inscribirte en un club de lectura; puedes leer con tu pareja, con un familiar o con un grupo de amigos y establecer reuniones periódicas para compartir lo leído. Además, conversar con alguien sobre lo que se está leyendo puede ayudar a profundizar en la comprensión de la lectura y a hacernos conscientes de elementos que quizás nos pasaron desapercibidos. Esto también te puede ayudar a motivarte para seguir leyendo.
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