Cada vez son más los sitios de los cuales realizamos compras cotidianas repetitivas. Si no lo sabemos manejar, se puede volver en un gran consumidor de tiempo.
El abastecimiento de nuestras casas es una de las tareas que más tiempo puede consumirnos. No solo porque las cosas que hay que comprar en el día a día de manera repetitiva son muchas, sino también porque el número de locales y tiendas especializadas ha crecido de manera exorbitante. Como consecuencia, el número de negocios de los cuales compramos cada vez es mayor.
Analicemos simplemente las compras del mercado. Cada vez hay más personas que compran parte de su mercado en supermercados tradicionales (Éxito, Carulla o Jumbo), pero compran otros productos en grandes hipermercados (PriceSmart o Makro) y otros más en los pequeños mercados de grandes descuentos (D1 o Justo y Bueno). Pero si como esta variedad no fuera suficiente, la compra de elementos de ferretería y herramientas se reserva para Homecenter, las verduras para una legumbrería de confianza, la carne en la carnicería de toda la vida, el pescado y los mariscos en un lugar en donde los traen frescos todos los días y el pan en la panadería cerca a la casa. Esto por poner solo unos ejemplos, pues la lista de lugares especializados en donde realizamos compras específicas para abastecer nuestros hogares crece sin control.
Si hacemos cuentas del tiempo que nos toman los desplazamientos a cada uno de estos sitios, los procesos de compra mientras recorremos el local o esperamos a que nos atiendan y, posteriormente, la organización de los elementos compradnos en nuestra casa, estamos solo viendo una parte del tiempo que dedicamos al proceso de compras de productos básicos para el hogar.
Al tiempo anterior hay que sumarle los tiempos que perdemos haciendo la lista de compras, los momentos de frustración cuando vamos a usar algo y nos damos cuenta que se nos acabó, pero como nos rehusamos a creerlo empezamos a buscar desesperados en otros cajones o alacenas, los desplazamientos de última hora para comprar únicamente o que se nos agotó y lo necesitamos con urgencia, etc. Las compras del día a día son una tarea que consume mucho tiempo.
Por ello, les quiero compartir este proceso de cuatro pasos para asegurar que el abastecimiento de sus casas les consuma el menor tiempo posible:
1. LISTA: siéntense y hagan una lista de los insumos que compran de manera repetitiva en su casa. Incluyan todos los alimentos, productos de aseo para el hogar, elementos de cuidado personal, papelería, ferretería, etc. Entre más amplia sea la lista y mayor el número de categorías, mucho mejor.
2. SOCIALIZA: cuando se vive con otras personas, es importante que todos los que habitan la casa conozcan la lista y tengan acceso a ella. Esto con el fin de que el proceso de abastecimiento sea colaborativo, así como lo es el consumo. Puede utilizarse una hoja pegada de la nevera, un documento compartido en la nube o una aplicación en linea a la que todos los miembros del hogar puedan acceder. Todos los mecanismos son válidos, sin embargo aquellas a las que puedes acceder por tu celular, desde cualquier lugar, funcionan mejor, porque no tendrás que recordar llevarla cuando vayas a mercar.
3. ACUERDA: establece un acuerdo con todos los que viven en tu casa para que cada que un producto se consuma, lo marquen en la lista, con el fin de resaltar que requiere ser comprado nuevamente. Como todo acuerdo, deben establecerse consecuencias para quienes no registren en la lista lo que consumieron o finalizaron.
4. ABASTECE: al ir de compras o pasar por un mercado, simplemente accede a la lista y sabrás qué es lo que tienes por comprar allí.
Obviamente para que el proceso anterior te funcione debes hacerlo bajo una premisa de abastecimiento en el hogar: dos son uno y uno es ninguno. Es decir, que si tienes dos artículos es como si solo tuvieras uno, y si tienes uno es como si no tuvieras ninguno porque en el momento en que se acabe te vas a indisponer.
"Si tienes dos artículos es como si solo tuvieras uno, y si tienes uno es como si no tuvieras ninguno."
Así, para no correr riesgos de quedarte sin algo, siempre debes tener dos elementos de aquellos artículos que sean vitales para ti o tu familia, desde que no sean perecederos. Esto te evitará los malestares y frustraciones que se sienten cuando te vas a bañar y te das cuenta que se acabó el jabón, o cuando vas a hacer una torta y caes en cuenta de que se terminó el azúcar, o cuando vas a imprimir un documento y te das cuenta que el papel blanco no te alcanzó.
En el momento en que el primero de los dos elementos se acaba, es cuando debe registrarse su necesidad en la lista de compras. Así, mientras el segundo se está consumiendo se realiza el proceso de compra del que se acabó, sin llegar a registrar un faltante total de ningún producto en tu hogar.
Llevándolo a la práctica con los ejemplos anteriores, equivaldría a tener siempre dos barras de jabón, dos libras de azúcar y dos resmas de papel para impresión. Cuando se acabe uno de los dos jabones, a la persona que se le acabó le corresponde registrar en la lista que hay que comprar un nuevo jabón. Quien termine la primera libra de azúcar debe registrarlo en la lista de compras. Quien agote la primera resma de papel, antes de abrir la segunda, debe reportarlo en la lista de compras compartida.
Con esta práctica ahorrarás tiempo, evitarás agotados y podrás contar siempre con lo que más te gusta y necesitas en tu hogar.
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