Identifica qué cosas te están dejando sin tiempo suficiente para dedicárselo a aquello que quieres lograr e inclúyelas en la lista de cosas por no hacer.

¿Has sentido que llegas al final del día y te preguntas cuándo pasó tanto tiempo, porque sientes que no alcanzaste a hacer todo lo que tenías programado a pesar de no haber tenido tiempo ni de respirar?
Es normal que esto te suceda en un mundo en el que se premia el estar ocupado, confundiéndolo con ser productivo. Por ello, es que con frecuencia sentimos la presión por llenar cada momento de nuestros días y nuestras semanas con cosas por hacer. O no te ha pasado que cuando dedicas un tiempo a no hacer nada, alguien te pregunta ¿por qué desaprovechaste el tiempo?
Mi invitación para no volver a sentir que vives agotado, que tienes que estar aprovechando el tiempo ocupándote en algo y que el tiempo no te alcanza, es que cambies el enfoque y en lugar de hacer mucho, hagas poco. Pero escogiendo sabiamente qué vas a hacer. Es decir, haciendo únicamente aquello que realmente importa. Y una buena forma de lograrlo es mediante la creación de una lista de cosas por NO hacer.
CÓMO FUNCIONA
Parece paradójico pero siempre nos han enseñado, empezando por mí, que debemos anotar todo aquello que tenemos por hacer; que si queremos hacer una priorización efectiva de nuestras tareas debemos desocupar la mente y tener un panorama completo de todo aquello con lo que nos hemos comprometido.
Sin embargo, una buena forma de priorizar las actividades pendientes, aplicando la metodología de manera inversa, es haciendo el listado de esas cosas que definitivamente no vamos a hacer porque no nos agregan el valor adecuado. El resultado será encontrar aquello verdaderamente importante y que no podemos dejar de hacer.
Con este enfoque podemos identificar un montón de tareas que consumen mucho tiempo pero que no nos hacen felices ni nos acercan a nuestras metas ni propósitos de vida. Por ello, las deberíamos dejar de hacer, ya que por el contrario, drenan nuestra energía y nos alejan de lo que realmente queremos hacer y lograr. Esta eliminación consciente nos ayuda a crear espacio para lo que realmente nos importa.
Por esto, piensa en esos pequeños comportamientos, relaciones o hábitos que tienes, que en lugar de ser beneficiosos te quitan tiempo. Identifica esas cosas que haces, esas personas con las que pasas tiempo o esos lugares a los que vas por costumbre, pero que realmente no disfrutas. Pregúntate qué sentido tiene cada cosa qué haces y a dónde te está acercando o qué satisfacción te está dando. Si la respuesta no es contundentemente positiva, es un buen candidato para ser incluido en tu lista de cosas por no hacer.
CAMBIO DE ENFOQUE
Esto parece intuitivo pero no lo es. El automatismo en el que vivimos nuestras vidas no nos deja pensar al respecto. Por eso hay que hacer una pausa y volverlo una reflexión consciente. Yo mismo, después de hacerla, me he alejado de las redes sociales tanto en cantidad como en tiempo de dedicación, de videojuegos y otras aplicaciones que me consumían una cantidad enorme de tiempo diariamente sin tener realmente ningún control al respecto.
Al ponerlo en práctica, lo primero que te va a pasar es que vas a sentir que tienes mucho tiempo disponible y que tu vida va a un menor ritmo. Cuida este estado, porque si no lo haces otras actividades se van a apoderar de él y volverás al punto inicial. Tampoco dejes que la cultura de estar ocupado o la presión externa por estar haciendo lo que la sociedad u otros esperan de t, definan qué debes hacer con tu tiempo. No le temas a perderte actividades, reuniones u eventos que no son verdaderamente significativos para ti.
Además, recuerda que cada no que digas, te ofrece un momento adicional en tu día para que dediques ese tiempo a aquello que realmente quieres pero que sientes que no has tenido tiempo de hacer.
QUÉ INCLUIR EN LA LISTA DE COSAS POR NO HACER
Además de las actividades que identifiques en tu reflexión permanente sobre qué podrías incluir en tu lista de cosas por no hacer, a continuación te relaciono veinte cosas que (casi) todo el mundo podría o debería incluir en su lista de cosas por no hacer, ya que no agregan valor y por el contrario roban mucho tiempo:
Revisar el correo a primera hora de la mañana antes de empezar a trabajar
Almorzar mientras trabajas o lees correos
Revisar tu teléfono cada que suena una notificación
Responder inmediatamente cuando te escriben un chat
Mantenerte conectado por las noches y los fines de semana
Navegar por las redes sociales sin control ni límite de tiempo
Aceptar reuniones sin una agenda y objetivos claros y detallados
Tener notificaciones activadas durante momentos de concentración
Mantener el correo y los chats abiertos durante todo el día
Revisar redes sociales mientras estás trabajando
Buscar el perfeccionismo en todo lo que haces
Tratar de complacer a todo el mundo
Renunciar a actividades personales por hacer lo que otros te piden
Decir que sí a todo lo que te solicitan
Hacer varias cosas al tiempo
Atender los imprevistos que te llegan sin analizar su nivel de urgencia e importancia
Marcar correos como no leídos porque no tienes tiempo para gestionarlos cuando los lees
Decir que no tienes tiempo para ti
Hacerlo todo tú porque no tienes en quien delegar
Quedarte trabajando después de finalizada la jornada laboral
Recuerda que para alcanzar tus metas no tienes que trabajar más, sino hacerlo de una manera más inteligente. Este ejercicio de construcción de la lista de cosas por no hacer es tan valioso como el de la lista de aquello que debes hacer para lograr tus propósitos y objetivos. Está en tus manos tanto el decidir a qué le dedicas tu tiempo, como a qué no.
Comments