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Foto del escritorJuan P. Lema

Productividad para independientes

Si eres independiente, ya has dado muchas batallas en el manejo de tu tiempo y de tus finanzas. Olvídate de ellas con estas recomendaciones de productividad para independientes.


Productividad para independientes

Trabajar de manera independiente puede ofrecer una serie de beneficios significativos entre los que se incluye la flexibilidad en el manejo del tiempo, el control frente a las tareas o proyectos que se realizan y el potencial de mayores ingresos que no dependerán de la empresa para la que trabajas ni de tu jefe, sino de tu propio esfuerzo y dedicación.


Sin embargo, la independencia también puede venir con sus propios desafíos y riesgos, como la incertidumbre, la falta de una red de apoyo y la necesidad de asumir la responsabilidad total de tu propio éxito.


Por ello, te quiero compartir estas claves de productividad para independientes, muchas de las cuales son también muy útiles para quienes son empleados y cuentan en sus trabajos con una gran flexibilidad: 


  1. Acuéstate temprano: más que tener que acostarte con las gallinas, sé consciente de que la falta de un horario de entrada a trabajar puede llevarte a distraerte y perder el foco divirtiéndote por las noches o quedándote trabajando hasta tarde. Esto va en contra de la productividad y del biorritmo de nuestros organismos. Por ello, acuéstate tan temprano como necesites para que descanses lo suficiente, tengas un sueño reparador y así puedas despertarte temprano.

  2. Aprovecha la mañana: muchos estudios y expertos en productividad coinciden en que la mañana es el momento más productivo del día para casi todas las personas. Esto se debe a los altos niveles de energía con los que contamos después de un descanso reparador. Así que empieza tus mañanas con una rutina productiva y verás como potencias los resultados de estas primeras horas de la jornada laboral. 

  3. Fíjate metas diarias: una de las claves en el manejo del tiempo es fijarse metas diarias. Dedica tiempo al inicio de cada día para identificar qué tareas quieres completar. Ten siempre la claridad frente a qué deberías lograr para que al final del día sientas que tuviste una jornada ganadora y no simplemente que estuviste ocupado. Esto te ayudará a mantenerte organizado y a maximizar tu productividad.

  4. Empieza por lo más complejo: una vez definas las tareas qué quieres completar cada día, ordénalas de la más importante a la menos importante. Y aunque los independientes tienden a pensar que todo es igualmente importante, no es así. Lo importante es lo que más te acerca al logro de tus objetivos y generalmente es lo más complejo, lo que más te reta o lo que menos te gustaría sentarte a hacer. 

  5. Define horarios de trabajo: aunque uno de los beneficios de ser tu propio jefe es la flexibilidad de horarios, es importante establecer horarios de trabajo regulares para mantener la consistencia y la disciplina. Ser nuestro propio jefe o trabajar para nosotros mismos no significa que no sea adecuado tener una estructura y unas reglas que nos controlen.

  6. Establece límites: aunque cuando somos independientes el trabajo es una parte esencial de nuestras vidas, es importante establecer límites claros entre tu vida laboral y personal. Esto significa aprender a decir que no a proyectos que no encajan con tus objetivos o que te sobrecargan de trabajo y te obligan a robarte tú mismo tu tiempo personal.

  7. Mide tu desempeño: revisa regularmente tu método de trabajo y los resultados que estás obteniendo. Recuerda que lo que no se mide no se puede mejorar. A partir de los resultaos, busca siempre formas de mejorar tu eficiencia y productividad. Esto puede implicar ajustar tu planeación diaria, probar nuevas herramientas o técnicas de gestión del tiempo, o incluso buscar la ayuda de un mentor.

  8. Fortalece tus redes: ser independientes nos llevan a veces a enfocarnos mucho en nuestros propios temas y problemas. Hablar con personas ajenas, aprender de sus experiencias, contarles sobre nuestros retos te permite no solo ampliar tus perspectivas, sino que también puede convertirse en una fuente de negocios. Nunca sabes quién pueda necesitarte o quien conozca a alguien que requiera de tus servicios.

  9. Deja de escribir propuestas: deja de gastar tiempo tratando de escribir la mejor propuesta posible para que luego el cliente no vuelve a aparecer. Reemplaza las propuestas con conversaciones. Conoce bien al cliente e identifica cuáles son sus necesidades. Cuéntale por qué y cómo puedes ayudarlo a solucionar su problema. Si identifican que son el uno para el otro, cierra el trato verbalmente incluyendo detalles sobre costo y alcance. Ahí, pasa directamente al contrato u orden de compra y así te saltas el desgaste de escribir una propuesta.

  10. Trabaja más rápido: hacer las cosas más rápido es una de las formas más obvias de ser productivo. Siempre que hagas algo, especialmente aquello que debes repetir una u otra vez, preguntaste cómo podrías hacerlo más rápido la próxima vez. Por ejemplo, crea plantillas, reutiliza textos o diseños, y crea un sistema de organización para tus archivos, correos y enlaces favoritos que te permita trabajar más rápido. 

  11. Optimiza tu espacio: un espacio de trabajo limpio y descongestionado ayuda a aumentar la productividad, la concentración y a reducir el estrés. Mantén tu escritorio organizado y limpio e invierte en una buena silla que sea ergonómica y te trate bien. Pasamos aproximadamente una tercera parte de nuestro tiempo trabajando, entonces cómo no invertir en tu propio bienestar y comodidad. 

  12. Pide siempre un anticipo: no solo tu liquidez es importante, sino que la vinculación económica de los clientes en los proyectos asegura que no vas a perder tiempo trabajando en proyectos que fueron inicialmente aceptados pero luego desistieron de ellos. Además, esto ayuda a aumentar el compromiso y la participación activa del cliente en el proyecto y así evitarás el incumplimiento en aprobaciones por su parte, postergación de fechas límite o desapariciones de los clientes porque han estado ocupados en otras cosas. 

  13. No cobres por hora: una de los mayores errores que cometen la mayoría de los independientes es cobrar sus trabajos por el tiempo que les toma realizarlos. Sin embargo, este mecanismo no tiene en cuenta el conocimiento que tienes, la preparación que requirió desarrollar ciertas habilidades ni una serie de tareas administrativas y reuniones que debes atender para poder ejecutar un proyecto. Además, a ti te toma menos tiempo hacer algo porque eres un experto en ello. Cobra entonces por el valor que recibe tu cliente y no por el tiempo que te toma hacer las cosas.

  14. Aumenta tus precios: la acción más productiva que puede hacer cualquier independiente es aumentar los precios de sus servicios. Incluso si pierdes algunos cuantos clientes, podrías ganar la misma cantidad de dinero, o incluso más, si subes los precios y trabajas menos. Si nunca te han rechazado una propuesta porque según el cliente tus tarifas son muy altas, significa que no estás cobrando lo suficiente. 

  15. Sé celoso con tu tiempo: tener la libertad de trabajar cuando quieras y cómo quieras puede llevar a las personas cercanas a pensar que tienes mucho tiempo libre o poco por hacer. Por ello, podrían empezar a lloverte un montón de solicitudes de ayuda con temas en los cuales eres bueno. No te estoy diciendo que no puedes ayudar a otros pero asegúrate de que lo haces una vez hayas terminado con lo tuyo. El tiempo en tu negocio es tu prioridad.

  16. No hagas nada gratis: regalar tu trabajo, más que una forma de entrar en unan empresa para que conozcan tu trabajo es dar señales equívocas que indican que tu tiempo no tiene valor. No solo el cliente al que se lo regalaste va a quedar mal acostumbrado y va a esperar que en el fututo se lo vuelvas a regalar, sino que también le contará a otros sobre lo que regalas y esperarán que también a ellos se lo des gratis. 

  17. Diseña un presupuesto: ser independiente implica ser responsables de nuestras finanzas. Mezclando a veces los flujos personales con los del negocio. Por ello, diseña un presupuesto para tu negocio que incluya una meta mensual tanto de ingresos como de gastos. Asegúrate de cumplirlos. Y ten presente las variaciones, especialmente en los flujos de ingresos, para que no hagas cuentas alegres en momentos de bonanza que te hagan sufrir luego cuando haya vacas flacas.

  18. Identifica alguien que te inspire: encuentra al menos una persona que también sea independiente y que haya recorrido ya el camino que tu estás empezando a recorrer para que te inspire. No significa que lo imites o hagas exactamente lo que ella hace pero aprender de otros con más experiencia es una buena forma de recortar el camino y alcanzar el éxito más rápidamente. Definitivamente no hay que inventar la rueda.

  19. Toma descansos regulares: aunque puede ser tentador trabajar largas horas cuando estás concentrado en algo que te gusta y además eres tu propio jefe, es importante tomarse descansos regulares para recargar energías y evitar el agotamiento. La técnica Pomodoro puede ayudarte a alternar momentos de trabajo y descanso que maximicen tu energía y potencien tu productividad.

  20. Dedica tiempo a lo que te gusta: no solo tomar descansos regulares es importante para ser productivo. También lo es dedicar tiempo a actividades que te gustan, que te llenan y que te hacen feliz. Ten en cuenta que es en estos momentos en los que no solo nos relajamos, sino que también muchas veces es cuando encontramos la solución a problemas de situación laborales.


Recuerda que una de las principales razones por las que las personas buscan ser independientes es por tener un mayor grado de libertad. Y por si no lo sabías, productividad es sinónimo de libertad.

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